¿Qué está pasando con Carlos González?

¿Qué está pasando con Carlos González?

César Sequera Ramos || @CesarSequera11

Uno de los mejores swings en las Grandes Ligas no está generando las conexiones del pasado. El pobre rendimiento ofensivo de Carlos González empieza a borrar su característica sonrisa y optar por un comportamiento con señales de frustración que nunca había estado en el andar del zuliano.

Son entendible las reacciones histriónicas de González. Después de estar en los Rockies de Colorado por 9 temporadas, 6 de ellas con marca negativa, finalmente ve un grupo que le permite pelear por un puesto a la postemporada, pero contrario a lo que ha sido su carrera, no está colaborando en ningún sentido.

Su promedio apenas se sitúa en .219 con 6 cuadrangulares y 26 carreras remolcadas, estadísticas que se alejan del .286 de average con OPS de .852 que promedia en su carrera. Mientras que a la defensiva ya cuenta con 3 errores en 73 encuentros, la misma cantidad que tuvo la zafra pasada en 148 cotejos.

Por eso la pregunta, qué le pasa a Carlos González retumba en Denver, porque ese talento que lo convirtió en uno de los mejores jugadores de las Grandes Ligas no pudo haber desaparecido como si nada. En la opinión de CarGo no es nada psicológico.

“Tengo más frustración que dudas”, expresó González al Denver Post sobre su nivel. “Cuando el juego se te hace muy rápido, es cuando empiezas a preocuparte. Pero no es mi caso. Estoy viendo la pelota bien, estoy saludable, me siento fuerte. Solo estoy fallando mis lanzamientos”.

Las palabras del venezolano llevan a pensar que  la indisciplina puede ser el principal motivo para que el otrora campeón bate de la Liga Nacional sufra más fracasos que éxitos en su ofensiva. Sin embargo, las mediciones aportadas por Fangraphs descartan esa tesis.

Esta temporada, Carlos González hace swing a los lanzamientos que están fuera de la zona de strike en un 34.7% que es menor del 35.7% que dejó en 2010 cuando terminó con el average más alto del circuito viejo (.336). Asimismo, aunque su OBP en 2017 llegue solamente a .295, negocia boleto el 9.8% de sus turnos, superando el 7.3% de la zafra anterior cuando consiguió un promedio de embasado de .350.

Es cierto que ahora se poncha en un 22.2% de las oportunidades, pero no es un número que se eleve en demasía al 20.4% de 2016. Pero esos terminan siendo números fríos, que no soportan la molestia del criollo cuando abanica el tercer strike.

“Enloquecí un poco después de mi primer turno”, aseguró González sobre una aparición donde fue pasado por los strikes y se le vio lanzando el bate en el dugout. “Estoy viendo vídeos míos, comparando lo que estoy haciendo ahora y lo que hice en el pasado”.

Por más obvio que parezca, la raíz del pobre rendimiento del madero de Carlos González radica en su contacto. Sus “conexiones fuertes” bajaron de 37.1% de 2016 al 28.2% actual, siendo la primera vez desde 2008 —cuando militaba en los Atléticos de Oakland— que baja del 30% en dicha medición.

Por eso el marabino intenta mantener el mismo enfoque del pasado, y tratar que su elegante swing recupere la potencia. “Estoy tratando de ser yo”, aseveró. “No es que estoy reinventando o cambiando algo en mi mecánica”, concluyó.

Source: meridiano

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