Anticoagulantes: España está a la cola de Europa en el uso de las moléculas «antitrombos»

Anticoagulantes: España está a la cola de Europa en el uso de las moléculas «antitrombos»

Las alteraciones de la coagulación forman parte de los grandes desafíos de la Medicina actual, por sus graves consecuencias: 120.000 ictus al año, hemorragias cerebrales, trombos, fibrilación auricular… Por eso, en la mesa redonda que se celebró en LA RAZÓN, A TU SALUD, en colaboración con Boehringer Ingelheim, reunió a los principales actores que pueden explicar cuándo y cómo un paciente tiene que tomar medidas preventivas. Al mismo tiempo, se subrayó que España se halla muy retrasada en el uso de los nuevos anticoagulantes orales (inhibidores directos de la trombina –ACOD). «Grecia y Portugal tienen un uso superior al 50%, mientras que en otros países más fuertes de la UE superan el 60%», alertó Jaime Masjuan, jefe de Neurología del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid. Cierto es que estas nuevas opciones a los anticoagulantes orales clásicos, conocidos como los antagonistas de la vitamina K, no son tal, es decir, llegaron al mercado en el año 2009, lo que les otorga una madurez importante y están a seis años, al menos uno de ellos, de perder la patente. «Llegaron en un mal momento, en plena crisis, y ahí ha estado su principal obstáculo: el precio. Pero lo cierto es que han demostrado a través de numerosos ensayos clínicos y estudios posteriores su seguridad y su eficacia», subrayó Masjuan.

¿Por qué una persona ha de tomar anticoagulantes? «Se trata de un tratamiento para que la sangre esté más líquida con el fin de evitar trombos que viajen a lo largo del cuerpo y provoquen infarto o embolias a nivel cerebral u otros territorios orgánicos. Normalmente la alteración más frecuente es una arritmia que se produce en la parte superior del corazón, en la aurícula izquierda, alteración que se denomina fibrilación auricular (FA)», explicó la coordinadora de la Unidad de Rehabilitación Cardiaca del Hospital Universitario La Paz, de Madrid, y directora de Mimocardio, Almudena Castro, quien añadió que en Europa hay un 2% de pacientes con FA, cifra que aumenta con la edad.

Ademas, como subrayó Castro, «su alta prevalencia se debe a un incremento de los malos hábitos de vida que comprenden la obesidad, la hipertensión arterial, el tabaco… Los pacientes con FA tienen hasta cinco veces más posibilidades de sufrir un ictus, porque aunque el origen de la patología está en el corazón, la consecuencia más devastadora se da en el cerebro». De ahí la importancia de encontrar soluciones seguras y eficaces, como los inhibidores de acción directa frente a los clásicos antagonistas de la vitamina K, «porque estos fármacos requieren un control regular, está la inercia terapéutica y los problemas farmacognéticos del paciente, así como la interacción con otros fármacos y alimentos no consigue controlar que el INR –siglas en inglés del tiempo de protrombina– esté entre 2 y 3», advirtió Castro. La cardióloga puso sobre la mesa cifras de registros como el Fantasia o el Califo, que recogen que en torno a un 49-50% de los pacientes está fuera de rango. Para evitar esto, la nueva generación de fármacos permite ajustar las dosis y hacer que los pacientes estén controlados sin tantas complicaciones: «Tomar el inhibidor directo de la trombina, como desmuestran los estudios, resulta más eficaz en el control del INR y más seguro a la hora de reducir embolias cerebrales y al tiempo que hay menos riesgo de sangrado, hasta un 50% menos de hemorragia intracraneal, que es de lo que se mueren los pacientes», explica Castro.

Source: larazon

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